Después de más de un año sin escribir en el blog, creo que ya tocaba, ¿no? Quizás me haya convencido lo que leí el otro día sobre cómo dejar de exponerse en las redes sociales sin convertirse en un ermitaño, o quizás que quería exponer mi visión personal sobre Steve Jobs.
Sí, yo también voy a hablar sobre Steve Jobs, y por qué (al menos yo) lo vamos a echar de menos. No voy a entrar a valorar si lo único que le interesaba era ganar dinero, triunfar, impedir que otros le adelantasen, obstaculizar la innovación en su sector, etc, etc. Sus tácticas empresariales y de gestión han dado mucho que hablar y seguramente, darán mucho más. Pero hay algo innegable, Steve le daba ese carácter de “suyo” a cualquier producto de Apple, y eso es algo muy difícil de lograr. El orgullo con el que hablaba de “sus” creaciones, empezando por la propia Apple, su equipo y sus productos, así como su historia en la compañía, hace que mucha gente mire un producto de Apple y pueda llegar a imaginarse a Steve trabajando directamente sobre él para que fuera “perfecto”. Sé que suena muy “apple fanboy”, pero ha sido una de las diferencias de Apple frente a cualquier otra empresa del sector:
- Google o Microsoft hacen principalmente software, frente a Apple que hace dispositivos mas software. Antes de usar y para usar cualquier software, las personas deben ver y tocar algo, y ese cuidado de Apple por el diseño industrial es de sobra conocido. Aquí Jonathan Ive es todo un referente
- Nokia o Sony siempre han sido referentes en diseño, e incluso han tenido su propio software muchas veces integrado. Pero, ¿cuántos móviles Nokia conoces?¿Cuántas cámaras distintas hay de Sony?¿Cuántos “recuerdas”? Apple tiene sus productos, pocos, pero bien conocidos. Y los renuevan anualmente. Es fácil asociar que hay/había una persona detrás de cada decisión
Por eso cada presentación de Apple se ha esperado casi con veneración, no por ver lo nuevo de la compañía, sino lo nuevo de Steve (y su clásico one more thing). Y es que al fin de cuentas, era su compañía. Y eso, ha cambiado desde la semana pasada…
Seguirá siendo Apple, seguirán gente como Jonathan, Tim Cook, Scott Forstall o Phil Schiller, pero ninguno estuvo en aquél garaje en 1976 junto a Steve Wozniak creando una compañía que ha terminado por ser un referente a nivel mundial. Su pasión podrá ser incluso mayor que la de Jobs, pero ya no lo veremos igual.
Toda la razón del mundo… como dice el bueno de Brian Wong “Feel or Die”… y aunque seguirá teniendo una manzana por marca, le faltará la pasión de Steve.
Coincido contigo en que siempre me imaginé a Jobs trabajando en los productos, y dando caña al personal para que las cosas salieran perfectas. Aunque mis preferencias siempre han estado en el lado opuesto de donde estuviera Apple, Jobs es la persona que siempre he admirado más en este mundillo, creo que nadie como él ha sido capaz de marcar tanta diferencia.